Corresponde a este artista ser el primer pintor europeo en México del cual se tenga noticia cierta, pasando a la Nueva España en 1535. Su especialidad era la pintura de sargas, es decir, las telas pintadas al temple o al óleo para decorar paredes de habitaciones. Es probable que haya formado gente en México (incluso a pintores indígenas, los tlacuilos).
Su paso a la Nueva España se dio en 1566, procedente de las cortes de Lisboa y Madrid como pintor del séquito del virrey Marqués de Falces, cuando recibió el encargo de pintar escenas de batallas en el antiguo palacio de los virreyes de México. También tuvo contacto con los agustinos y los franciscanos. Con los primeros, realizó retablos para su iglesia de la capital en Ocuila, Mixquic. Así mismo, los retablos para los franciscanos de Tepeaca, Cuernavaca y Huejotzingo. Murió en 1589 cuando ejecutaba el retablo mayor de la catedral vieja de Puebla. Es casi segura obra suya la magnífica Inmaculada Concepción del Museo de la Ciudad de México.
Pintor, ensamblador y arquitecto. Su escuela pictórica es la sevillana, donde aprendió con Luis de Vargas. En 1560 arribó a la Nueva España. Realizó el retablo mayor de la Catedral de Antequera, hoy Oaxaca, que data de 1575. De la Concha realizó retablos en Teposcolula, la antigua iglesia de Santo Domingo en la Ciudad de México, así como uno en la vieja Catedral Metropolitana y otro en la iglesia de Huejotzingo. Andrés de la Concha también destacó en escultura, demostrando una especialidad en policromía y estofado de imágenes, la talla, el dorado y el ensamblaje de retablos. Las obras más importantes de De la Concha son las que se encuentran en el retablo de la iglesia dominicana de Yanhuitlán en el estado de Oaxaca. En términos de Manuel Toussaint, las pinturas de dicho retablo manifiestan influencias italianas y españolas que delatan el realismo de las figuras. Dentro de la colección de la Pinacoteca Virreinal de San Diego en la Ciudad de México, se conservan dos de las obras más significativas de De la Concha: Santa Cecilia y La Sagrada Familia y San Juan.
Probablemente se pasa a México entre 1580 y 1581. En 1590 es contratado por su suegro para finalizar el retablo mayor de la catedral vieja de Puebla y otro dedicado a San Miguel. En 1592, realiza para los dominicos en la capital, la Virgen del Rosario y al año siguiente, una estatua de Santo Domingo para la misma orden en Chiapas. Para los franciscanos se le atribuyen diversas obras situadas en Xochimilco y Tlatelolco, algunas aún conservadas en la Pinacoteca Virreinal. Con los jesuitas realizó el retablo mayor y las pinturas de los retablos de reliquias que ornaron el templo de la Profesa a fines del siglo XVI y principios del XVII. Echave, también conocido como “el viejo”, obtuvo el prestigio de su época; fue autor de una obra cuya correcta representación e intensos sentimientos religiosos corresponden al estilo de la Contrarreforma en su aplicación a la Nueva España.
Pintor español. Trabajó en diversos lugares de la América española. En México fue designado veedor de pintura (1556). En Lima realizó un Cristo para la catedral. Pintó también importantes lienzos para la iglesia de San Francisco de Quito (c. 1580). Sus hijos Andrés y Juan destacaron igualmente como pintores.
Indígena náhuatl y uno de los más destacados pintores de la Nueva España en los primeros años de la conquista de México. Se le atribuye la autoría del lienzo de la Virgen de Guadalupe, así lo indicó Fray Francisco de Bustamante en uno de sus sermones en 1556. El problema es que Bustamante dijo "Marcos" sin mencionar el apellido. El mismo nombre "Marcos Cipac de Aquino" no se encuentra registrado en ningún documento o escrito de toda la época colonial. Bernal Díaz del Castillo menciona a un "Marcos de Aquino", el cronista indígena Juan Bautista menciona a un "Marcos Cipac" en sus anales históricos. Bustamante dice "Marcos" y solo él relaciona a ese misterioso indio con la factura de la imagen guadalupana. Procedente de la escuela de Pedro de Gante.
Se le atribuye el retablo de la Capilla de San José de los Naturales, en colaboración con otros pintores nativos, Marcos Cipac y Francisco Xinmamal.
Se le atribuye el retablo de la Capilla de San José de los Naturales, en colaboración con otros pintores nativos, Marcos Cipac y Pedro Chachalaca.
Hermano menor de Claudio de Arciniega, este arquitecto, escultor y entallador con quien parte a la Nueva España en 1554. Para 1574 lleva a cabo retablos en conventos de Tula y luego en 1578, un sagrario para la iglesia franciscana de Tlaxcala. En la vieja catedral de Puebla es autor de un cristo para la capilla de esa advocación en 1594, así como del importante monumento Jueves Santo.
Lo registra la historia del arte novohispano a partir de 1958 cuando Heinrich Berlin lo da a conocer como autor de la obra escultórica del retablo mayor de la iglesia franciscana de Huejotzingo, Puebla. En 1580 contrata la parte escultórica del retablo mayor de las concepcionistas de la Ciudad de México, en sociedad con otros artistas, Requena hizo la traza, la talla de las imágenes y los motivos ornamentales de la arquitectura del retablo. A Pedro de la Requena se le asocia con diversos retablos y figuras escultóricas con motivos religiosos para diversas catedrales e iglesias.
